lunes, 30 de abril de 2012

Déjate llevar. Sí, suena incluso demasiado bien. Fíate, confía, a veces, y de forma muy disimulada, he querido decirte “quédate conmigo” solo con cogerte de la mano, otras, te quise decir “no me mires más que me entra la risa” con la boca apunto de dejar caer una sonrisa. También hay veces que no he querido decirte nada, y otras veces todo. Y es que ya me pueden dar a elegir entre cada uno de los cielos, desde el primero al séptimo, porque yo me quedo contigo, porque nadie sabe mejor que nosotros hasta donde se puede creer, querer y agradecer. que lo nuestro va de esto, lo mío, de quererte.

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