sábado, 24 de agosto de 2013

De cuando no te das cuenta.

Y volvamos otra vez a lo mismo, a verte dormir, a enfadarme sin ninguna razón y a deshacerlo todo al girarme y verte soñando. Como si fuera fácil eso de que me quieras mientras duermes, como si cada vez que te despiertas y buscas mi hombro para darme un beso me regalaras otras siete vidas. Que de éso va, de mirarte, morirme, resucitar cada vez que te mueves y eres incapaz de evitar que tu brazo caiga justo encima de mi espalda para agarrarme y dejar que tus sueños se conjuguen conmigo. Susurrarte que eres lo más bonito que he visto e imaginado soñar encima de mí, sentir tu respiración e intentar creer que eres de verdad y no sólo un puñado de sueños rotos y sin cumplir. Creerte la razón de mi sonrisa hasta incluso cuando ni tú mismo eres consciente de que me estoy planteando darte un beso para que empieces a soñar conmigo.

lunes, 15 de julio de 2013

De lo que no quiero que cambie nunca.

Será tu espalda. Tus besos. La mirada, esa que entiende de gestos, horas y sonrisas.
Puede que sea la onda expansiva de tu risa, esa que tanto me gusta, ya sabes, capaz de crear terremotos en cada esquina. Curva. Espacio o vacío, de mí.
Que dicen que Roma al revés es amor pero yo digo que no, que el amor sólo puede existir en tu nombre, tus letras, tus dedos.
No te molestes, la lámpara de mi habitación ya está acostumbrada a todo eso que se hace detrás de puertas cerradas. Que ella ha visto tus mejores besos y tal vez alguna de tus lágrimas, esas que tan poco te dejas que te bese, que te cure.
Qué coño quieres que te diga, amor, si estoy harta de abrazar la almohada. Que me sabe a nada el desayuno sin tener ninguna tostada que robarte. Que le doy una importacia igual a cero al agua si no puedo hacerte cosquillas con mis burbujas debajo de ella.
Y sé que no cambiarás, que volveré a llorar cuando te vayas a la cocina y a secarme las lágrimas cuando te escuche volver. Sé que serás el mismo capullo, el idiota. De siempre.
No te preocupes, seguiremos mintiendo cada vez que nos enfademos. Seguiremos esperando a que el que más daño ha hecho en la guerra de cojines vaya a darle el beso del perdón al otro.  Reiremos al ver nuestras caras cuando el agua sale demasiado fría o caliente. Seguiremos siendo nosotros, en cada canción, en cada guitarra.
Entiéndeme, a mí nunca nadie me enseñó a escribir sin llorar. A querer sin soñar.
Hasta tú, que llegaste con las instrucciones de la vida, de la risa, del amor. Tú que sólo haces que dar lecciones de cómo ser feliz con un simple roce de mi nariz y la tuya. Tú, maestro de corazones y de noches.
Lo siento, pero sólo puedo quererte. Incluso más allá de mí.
Es lo que tiene cuando te rompen los  esquemas; comienzas diciendo que no crees en los para siempre y acabas regalando tu presente, tus sueños y cada parte de ti a esa puta sonrisa que no hace más que pedirte que te ates a cada palabra que sale de esa boca, que nace de esos labios...
Puede que esté loca, pero ¿qué más da?, me gusta sentirme la única enamorada del universo.

miércoles, 26 de junio de 2013

De sueños.

Ojalá la luna te traiga.
Ojalá todo esto fuera un sueño y al despertar estuvieras a mi lado sin mas profesión que hacerme feliz.
Ojalá tus dedos fueran lápices que sepan escribir por mi cuerpo los mejores poemas jamás creados.
Ojalá fuera esta noche la noche mas larga de nuestras vidas.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Para que tú y yo.

Sonríeme anda, que hoy parece que al cielo le falte tu brillo. Que sin la luz de tus dientes, la lluvia no tendrá más opción que caer por mis ojos hasta inundar toda la ciudad, convirtiendo en Venecia el pueblo que nos vio nacer en aquel beso, en aquel cielo...Y aquí no hay góndolas para enamorados ni gaviotas para atacar nuestro mar en busca de algún tipo de alimento. Pues aquí, la única capaz de usar la fuerza para encontrar maneras de seguir viva soy yo cuando no me dejas más opción que robarte los besos después de un día sin mi dosis de tu corazón lleno de vitaminas.
A tí, que no te das cuenta de la vida, del mundo que eres capaz de crear, con un simple movimiento de cabeza. Que haces de cada lugar un perfecto sitio donde poder vivir y morir feliz. Que cambias la manera en la que transcurre el tiempo. Tú que eres capaz de hacer de mí una persona buena, suficiente y hasta incluso bonita.
Porque parece mentira que hayas roto cada una de mis leyes, de mis costumbres. Parece mentira que sigas siendo tú a mi lado en cada momento. Porque pareces mentira, cariño.
A tí porque le arrebatas la razón y las ideas a Ortega, rompiendo todo eso de las circustancias posibles más allá de nosotros, siguiendo con tu manía de destruír todo eso que se construyó durante siglos de historia sólo con aparecer y regalar a mi vista el placer de perderme en esas dos esferas que lograron convertirse en más que soles, capaces de derretir todo aquello que haga a su vez de mi realidad. Esas esferas que tantas veces han sido la única medicina, la única razón.
Que, contigo, me sobran motivos, fuerzas y sonrisas. Que existen pocas cosas que entienda más que tu pecho, o todo eso de tus pecas, de tus marcas, tus cicatrices. 
Víveme joder, que a la vida parece que le falten tus besos. Que el mundo se cae y no creo que existan superhéroes más allá de de esta puerta capaces de competir con tu forma de salvarme de cualquier picadura de mosquito o de tu forma de evitar que me caiga de la cama en cualquier guerra de cosquillas.
Quédate, que sin tí no se a quien pedir que me quiera, ni cómo entender los rayos de sol o la luna llena. Quédate porque se me acaban las razones fuera de tus camisas, de tus sábanas.
Quédate porque no creo que nunca más pueda hacer el amor con nadie que no entienda lo que es vivirte, beberte y disfrutarte cada segundo del día.
Sonríeme anda, que el mundo se derrumba y eres el único capaz de conseguir que todo vuelva a tener sentido.

Toco tu boca


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
                                                                      -Julio Cortazar.

viernes, 3 de mayo de 2013

De tu cuerpo y yo.

Romper las normas
como cuando me rozaste en aquella cama
olvidando el miedo a mi mirada
loca, por supuesto,
por cada una de tus pestañas.

El viento que creabas
al abrir los ojos y cerrarlos
como el aire en verano
tan necesario como que seas mi almohada
y más tarde mi despertador,
ese que sabe como despertarme,
dándome el placer de 5 minutos más.

Tan necesario
como temblar al notarte cerca
las noches de invierno
o las tardes lluviosas de domingo.

Llegar a verano
y tener mono
de helado sabor tus besos,
difíciles de encontrar
más allá de la heladería de tu cama.

Heladería que calienta
todo lo que roza.
La tela de araña
con matrícula de honor
en eso de tu cuerpo y el mio,
atrapados por unas sábanas
y una ropa
que solo saben estar de más.

Calmar mi calor
comiéndote entero.
Follarme tu corazón
y más tarde a tus miedos.
Saberme la dueña
de cada gota
que da brillo a tu cuerpo.

Follarme tu corazón
y más tarde
hacerte el amor de nuevo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable trozo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Confesions.

Mentiría si dijera que ya nunca sueño contigo, que no recuerdo tus formas de respirar.
Mentiría si dijera que merezco que algún día vuelvas a confiar en mi pero también si dijera que no hay momentos en que hasta incluso te echo de menos.
Nunca fuiste lo que buscaba, pero quédate seguro de saber que conseguiste ser todo lo que necesité. Tu risa, tu confianza, tu corazón por estrenar, tus palabras tímidas...
Fuiste capaz de hacerme olvidar por un tiempo. Pudiste crear en mí nuevos motivos, nuevas batallas (todas derrotas, por desgracia).
Pude ver como te rompías, como pude hacer volar por los aires esa bomba de relojería que guardabas en el lado izquierdo del pecho, esa bomba que supo como darme vida y razones suficientes como para no hacerla estallar.
Lástima. Acabé contigo. Con nuestro pequeño mundo de tonterías y pequeños detalles. Les puse alarma a nuestros dulces sueños, impidiendo así su eternidad, forzando el fin.
Creéme si te digo que lo siento. Que me hubiera gustado ser todo eso que creiste que era, todo eso que dije sería para ti, contigo. Creéme si te digo que me hubiera encantado poder cumplir mis promesas y haberte querido a mi lado para toda la vida.
Nunca cambies porque fuiste (eres)increíble. Permíteme asumir nuestra catástrofe. Asumir la culpas de nuestro final prematuro.
Gracias por todos los momentos en que me hiciste feliz. Gracias por no olvidarme, aunque te sobren motivos.

sábado, 26 de enero de 2013

Perdóname.

Perdóname los silencios, las malas caras, las faltas.
Perdóname el ser lo que quieres pero no lo que esperabas.
Perdóname que no pueda vivir sin tus manos ni tu boca.
Perdóname que solo pueda quererte a medias de verdad.
Perdóname por no tener cojones para perder el miedo y quererte un poco más.
Perdóname por no poder cambiar.
Perdóname por enamorarme de ti a sabiendas que, pase lo que pase, seguramente, eso no podrá cambiar nada.

Perdóname que no pueda ser lo que mereces, por que nunca sea suficiente, por no querer que te vayas, por necesitarte tanto que me duele.

Nunca olvides que te quiero.

viernes, 25 de enero de 2013

Lo siento, egoísta es poco. Pensé que todo lo que me dijera el corazón sería lo correcto. "Lo de verdad" me atrevería a decir. Ya no se puede querer sin que la mente influya, ella siempre se niega, ella siempre al revés.  Siempre a contratiempo del reloj del pecho. Prefiero sentir que pensar, no decir y hacer, no imaginar y luchar. Pero claro, tú siempre mandas. Puta cabeza.

jueves, 17 de enero de 2013

Sálvame, te lo suplico.

Hoy casi sonrío justo en el momento en que mis ojos han tenido el valor suficiente para fijarse un segundo en los tuyos. Estaba demasiado a gusto. Demasiado feliz. Demasiado antes. Demasiado nosotros.
Sólo un segundo y no ha faltado tiempo para que volviera a recordar el color de tu sonrisa, la unión de nuestras manos. Todos esos complejos que conseguiste sacar de mi cabeza y que últimamente no hacen nada más que engordar y intentar comerme. Todas esas ganas de perder, de repetir...
Claro está que perdimos, pero permíteme decirte que sé que me necesitas tanto cómo yo. Que tú también te mueres por reír de nuevo cogido de mi mano mientras el mundo sigue dejando de existir si no está al otro lado acariciándote los dedos. Que también quieres que sea yo.
Me gustaría pedirte que tardaras. Que tardaras muchísimo. Con la única condición de que fuera sólo tardar, jurando que volverán las horas en las que no se podía romper de ninguna forma la mentira que nos unió. Que volveremos a decirnos que nos queremos sin ninguna segunda intención ni mayor necesidad que ésa.
No quiero seguir hablando con tus fotos. No quiero tener que recordar lo fácil que se hacía besarte, mirarte sin que el mundo redujera mil veces mi tamaño. No quiero no llorarte, no pedirte que te quedes, no luchar por tu risa.
Sería fácil seguir si me dejaras demostrar cada una de mis palabras. Sería fácil que hicieras latir de nuevo con normalidad esto que me cuelga del pecho y que parece gritar que vuelvas cada vez que se mueve, cada vez que pasas cerca, cada vez que no puedo evitar mirar mis pies y oir cómo ries con otra gente que ya no soy yo.
Deja de parecer ciego y sordo. Párate a ver que existe alguien que sí que puede hacerte feliz sin falta de nada más que no seas tú otra vez.
Entiende que sólo a ti podría decirte "sólo pide"  ya que un día nos juramos ser felices y me encantaría ser el motivo del cumplimiento de esto.

Nunca olvides que te quiero.