sábado, 14 de noviembre de 2015

Vino

Lo malo de crecer no son las canas
son las piedras que sigues chutando
las palabras que callas
y los silencios que olvidas.

Lo malo de crecer no es aborrecer al del espejo
es mirarte y reconocer
que es la risa que te falta
la que te deja esas arrugas en la cara.

Eres puro cuento
teatro mal interpretado y un par de besos mal dados.
Crees que te quieres, que luchas
y no entiendes
que sin zapatos y mojada
no está bien rebuscar en el ayer.

Solo has aprendido que el amor lo cura el vino
que los vasos medio llenos solo se ven cuando los empiezas
y a duras penas.

A duras
y a penas,
a esos juegos sucios que ganas.
A mentir y callar
a sentir
a matar
te.


El dolor lo cura el vino
y lo sabes.
Que crecer es perder y llorar menos
y para llorar no hay nada mejor que beber
queriéndote.


Al olvido le ayuda el vino
y tú te fuiste.
Recordándote con las botas
y la sonrisa
puestas
de todo.

Estás hecha polvo y no es de hadas.
Ni de los que siguen al vino.
Estás hecha polvo mágico
y trizas,
Maga.

Lo malo de crecer no es
lo que callas
es que tú no tienes voz.
Lo malo de crecer es gritar
te
que se acabó.

(rompe el espejo
y vete)

Tú siempre vuelves.
No te quieres.
Nunca te quisiste.
Tanto
como
a mi.

¿Pero quién te crees que eres?
Si tú no crees
lo creas o no
tú eres todas las guerras que me invento.


-Estás perdida
-Estoy liada
-Pareces triste
-No te esperaba
tan
feliz.

Blanco y en botella
vino
y se fue.

No vuelvas.
No te quiero.
No te quise.
Nunca

tanto
como
a mi.