sábado, 23 de junio de 2012

Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar. En que todo está al alcance de la mano. Fácil y bonito. Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad. Y puf. Nada. Una promesa fallida.

(lo siento cariño)

1 comentario:

  1. Yo ya no creo en promesas del corazón... Esto me lo enseñó el (des)amor.

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